martes, 25 de diciembre de 2012

Lenguaje


Jamás encontraré el lenguaje perfecto
Para llevarte a la cúpula
De mi ridículo dolor
Ni para hacerte olvidar tu propia existencia
Cuando me oigas gemir de placer escalofriante
De mis celos de niña y de bestia
Jamás para hacer entender a nadie       
El miedo al fuego en las entrañas
Al abrazar el odio y rendirse al terco amor
Mientras los dedos de sirena
Se meten en lugares inusuales
Y se vomitan verdades
Jamás encontraré el lenguaje ideal
Para que saborees mi gozo al hacer el mal
Ni para que entiendas lo que hiere
Ser un engendro de grandes ojos
Que no se complace con nada
Y tiene amoríos con la desesperación
Jamás hallaré el lenguaje diáfano
Para que puedas sentirme
Tan caliente y tiesa
Tan fría y blanda en el interior
Sin equilibrios
Sin inútiles rezos que ignore algún dios
No he de hacerte saber
Con ningún lenguaje de ensueño
El fondo en el que caigo cada año
Cada vez más lejano
Con los cerdos revolcándose en mi cabeza
Con la suciedad amorosa
Y la vida derramándose en mis pechos
Sonrío a tus insignias
Recibo la suave muerte

Brenda Ramírez


jueves, 20 de diciembre de 2012

Seré invierno


Seré invierno
Para cubrirte de escarcha
Sin ardor
Sin explosiones al alba
Lloveré seco
Para que no te duela
Y olerás humedad
Que te hinchará el corazón
Mis labios
                    a millones de horas
                                                         atravesando mares
Son inútiles
No llegaron hoy a ti
Se pierde mi aliento
Impregnado de adiós
Se rompe mi boca…
Las guerras no entienden

Brenda Ramírez

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Bruja


Voy a levantar de nuevo, como una obsesión enfermiza, el lamento de tu figura engendrada en el mundo occidental, donde se gestó nuestra guerra obtusa y lamentable. Voy a desempolvar la histérica idea del disgusto de conocerte, a escurrir en las noticias mi deserción por la culpa de un malandrín irreconocible. Crearé como una diosa loca tus actos dulces y labios gelatinosos, para que sepas cuánto poder puede tener la mente de una  mujer. Crearemos la tregua más falsa después de que mueras tan contento sin mí. Estaré esperando como hoy la renuncia de la lejanía innecesaria, absurda y maligna, tal vez así, me deshaga de esta bruja que me habita.

Brenda Ramírez

sábado, 8 de diciembre de 2012



No puedo con este peso
De caliente ayer
Demacrado
Con mis manos asesinas
No puedo verte a los ojos
Están lejos de mi noche
Las aguas me llenan hasta el cuello
Hasta los ojos y no te veo
Me hundo en la noche
Blasfema
Gélida
Terminarás yéndote
A las murallas
Que terminarán conmigo
Me pesa no llevarte
En mi mano izquierda
Tengo tu aroma
Y la voz que de ti nace
Las tengo en mi memoria
Y morir es fácil


Brenda Ramírez

jueves, 6 de diciembre de 2012

Calles


No puedo pisar ni una calle
Que no huela a tus manos
Que no me escupa tristeza
Por haberte alejado
No puedo andar sin que el aire
Me ponga el trasero en la cara
Con mi debilidad recurrente
Me echo a llorar en las calles de Chapultepec
En los vagones del metro
Esperando verte pasar
Pero todos son extraños
El perfume de café y cigarros
Me trae tus palabras
Me ahorcan
Quisiera no oler
¿Dónde me escondo?
No estoy a salvo
Camino misérrimo el mío
Descarné tu corazón 
Tierno y lejano
Mi corazón
Caliente y aferrado
Tambalea
Te pienso ingrato
Yo
Lamiendo neurosis
Me siento perversa
Al final
Sólo estoy llorando
En una banca
De bajo de un árbol
Porque todo tiene tu signo
Tus ojos ─el caldero de mi abandono─
Me abrazan hasta la asfixia
Al fin sólo estoy en una banca
Viendo una mariposa blanca morir

Brenda Ramírez

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Atrocidad


Mi amor
De nada sirve
Tal vez
Para camuflar la delincuencia
Que llevo entre las manos
O para derretir el inevitable dolor
Pero yo
De nada sirvo
Con este amor hinchado
En medio de las piernas
Con el pum pum en mi cabeza
Sin mí
Él bebería
De otras caderas sin fango
El pisapapel en mi corazón
Me derrota
Con la nariz sangrando
En la boca de la soledad
Lloro en vano...
¡Corre de esta cueva de gusanos!
Mi atrocidad no le gustará a nadie
Atrocidad bastarda del amor

Brenda Ramírez




domingo, 2 de diciembre de 2012

Murmura la muerte


No me importa partir mi alma
y entregártela en pedazos,
soy un deshecho
de por sí.
Hace tanto tiempo
se bifurcan mis lágrimas

Me murmura la muerte
no sé si viene por mí
si viene contigo
pero su voz decadente
me evapora.

Saboreo la muerte
cuando me trago tus palabras
y veo que mis manos
apenas tocan tu bigote
no es igual al dolor
que compartimos en las tardes
mientras nos espía el sol
porque está aburrido
no es igual a la fragilidad
de nuestras manos enlazadas
ni a la tristeza de tu cuerpo
gritando al Dios atroz
es igual
al dolor que me impregna
cuando te deshaces de mí
cuando me exorcizas
y arrancas la ira de mi frente
soy una mazmorra
que despojas 
de bichos malsanos
sabor a muerte
la vida me abraza.

Brenda Ramírez

lunes, 19 de noviembre de 2012

Hierven


Era sólo una mujercilla
Zapatos planos y ruidos en la cama
Palabras
Desquicios y al final nada
No sabía cómo tomar de las manos
A los hombres
Ni a las mujeres
Sólo podía hablar de esta manera
Olvidada
Tan lejana
Los ecos trastocados llegaron
A los niños que morían
Bajo la luz de sus dioses
Me reprocharon la lejanía
Me di cuenta:
Los cuentos  hierven
En  soledad
Hierven  los poemas y los niños
Bajo las botas del olvido
Importan los suelos
Donde a veces lloran
No si hierven y se consumen
Vapor inasible
Incómodo
Que se va

Brenda Ramírez

sábado, 17 de noviembre de 2012

Muéganos


Trabajo con residuos, sobras, desperdicios, ¿por qué los olvidan? Las notas sangrientas de los diarios ocultos en el baúl, me piden auxilio: los rescato, les doy color. Estoy atando brazos desprendidos, cabezas perdidas,  deshago heridas.  La imaginación violada, los sueños en el caño de Dios, gritan, ¡hey, no me olvides!
Me distraigo, te busco en la neblina, tal vez tú— con tu espíritu embustero—, construirías mejores cosas, ¿llegarás? Seguramente haces música en los barrios demacrados, amaestras hormigas y sonríes a las chicas que lloran frente al vagón. (La tristeza huele a ti, a los libros que jamás leeré).
Vuelvo a mi labor. Con pedazos de entusiasmo, con olores vagabundos, trato de hacer muéganos con mil hombres, para aventárselos en la cara a cualquier matón. Todo se ha vuelto un desperdicio, mi tiempo perdió sabor, te espero y pienso… le haré un collar a mi hermana, con las lágrimas de la imaginación.

Brenda Ramírez

domingo, 4 de noviembre de 2012

Mañana


Mañana, comenzará con una sonrisa, con el calor de lo matinal. Con mi poesía estancada pidiendo muerte, y las ubres del cielo sobre mi cara. El colguije frugal en el cuello, y la calma por dentro. Comenzaré yo, con mi adorno dulce en los labios, esa mentira que tan bien me va.  Besaré el rencor de nuevo, intentaré ser coherente, quizá termine algo, tal vez sólo versos. Mañana… espectro de cada noche, mañana, seré otra, de nuevo andaré en dos patas, civilizada, usaré zapatos y sonreiré, volveré a usar esa talega y dejaré de ser esta bestia.

Brenda Ramírez

sábado, 27 de octubre de 2012

Me hubieras detenido


Te veo tras el espejo
Mis demonios
Están aplastados por las botas
Que pienso comprar
No importa
Arranqué de las ropas tu aroma
Y de los cuartos oscuros
Tu voz  espesa
Que me cae tras las orejas
Pero
Si tú me hubieras detenido
La hoguera no sería ésta
Las llamas se habrían extinguido
Habría sido nadie
Cruzando el camino que sueles tomar
Nadie que te arrancara los labios
Nadie que te persiguiera en el sueño
Si me hubieras detenido
No habrían gemidos huyendo
De mi garganta perversa
Ni  manos asesinas 
Sujetas
A la desesperación
Si tú
Me hubieras detenido
¿Quién escribiría estas cosas?

Brenda Ramírez

lunes, 15 de octubre de 2012

Largarme

Ya ves,
largarme no será tan fácil.
Vuelco mis energías en las ansias
y en los recuerdos de quien no eres:
asfalto de la noche de noviembre
donde tu muerte se volvió ácida
y yo una criatura lujuriosa,
que se descubrió aquel instante.
Sabía que me iba gustar la muerte
la buscaba,
yo buscaba la muerte
los basureros me reconocían como suya,
la calle rota con mil pasos en su cara,
las paredes cuarteadas como un viejo,
me decían
¡ven entera o vete!
Largarme
no será fácil
estoy maniatada a las costumbres de un animal
un cómodo sitio
con la templanza careciendo de lugar.
Estoy volviéndome anónima
y endeble
a veces triste porque te reconozco,
pero cuán regocijo tengo
en mi lecho fiero.
¿Largarme?
Si tardé años en encontrarme,
al menos un ojo
y mis piernas,
las sienes y mis lágrimas,
sin la mediocridad latente
acribillando mi silencio,
sin la perturbación de los caminos
rompiendo mis rodillas,
estoy en el sitio idóneo para recibirte
diablo.

Brenda Ramírez





lunes, 24 de septiembre de 2012

Bestia



Estos días soporíferos dibujan espantos en los humanos. Yo soy como una bestia, lamentablemente, sofisticada y ridícula. Quisiera ser una verdadera bestia, hedionda sin pensamientos helados y dolorosos. Ruin camino de mis pies hendidos ¿Para qué estar a tu lado como larva?

Me lastimé. Estoy rota, ahí, donde te pierdes, donde me vulcanizo y después lloro porque me despedí. Me dije adiós, ya eres otra, no eres nada, mujer que pisa los talones de sus amigas. En las tardes, cuando te absorbo, nos disolvemos en el anonimato dulce y peligroso. No importa ser nada.

Pero bien podría ser tu mascota, quisiera serlo, disfrutar de tus  manos sin ningún reclamo, sin ecuaciones ni historia, sólo tus manos, sin mi tristeza y mi razón, sólo tus manos rasposas en mi pelaje de hembra olvidada.

Brenda Ramírez

jueves, 13 de septiembre de 2012

Cuento irascible


Ya no escupía palabras (por años lo había practicado con ahínco, pero no más).


El odio, la desesperación surgían de mis adentros, desde mi estómago hasta mis piernas, se discurría por mi pecho y mi sexo. Un vértigo excesivo e intangible ¡cómo arrancarlo? Gritar, decir algo de aquel rencor ardiente, no podía. La exasperación me tomaba. Se me dificultaba decirlo, decir cuánto oscuro fervor se balanceaba en mi pecho. Estaba cansada de hablar. Se pudrió mi hígado, después de que mi estómago comenzó a agonizar. Entonces pensé, ¡para qué diablos quiero mi boca? No he de decir jamás una palabra al enfurecer, ¡para qué si no saldrán de nuevo insultos podridos?

Fue precisamente después del mal tiempo, hacía calor. Dejé de hablar, mi lengua se volvió flácida se pegó al paladar y a los dientes. Cogí la aguja curva que usan para coser telas gruesas. Ensarté un estambre de colores, azul, morado y rojo. Me zurcí los labios, los gruesos y largos labios que me encubren el rostro. Callé, para siempre. Qué bonita, como una muñeca antigua. Mis ojos se hundieron en lágrimas y me contemplé durante horas frente al espejo, la sangre manaba alegre. Recordé, —mientras el sol amarillento se colgaba de mi piel, mientras mi reflejo era algo difuso por la vejez  y suciedad del espejo —, cuando le dije a mi triste perro humeante que lo odiaba, que odiaba al mundo. Entristeció desde entonces la habitación. 

Permanecí pertrechada en el fondo de mi oscuro yo. Pronto creció más mi locura irascible hacia todos, incluso hacia mi ridícula cara. Mutismo absoluto. Cuando quise hablar ya no se pudo. Ahora mi boca tenía un adorno bello. Nada de palabras o silencio, sólo colores.

Brenda Ramírez

viernes, 7 de septiembre de 2012

Confesión 1. En 4 partes


I
Es la luna inconclusa de tus desvelos, con té limón dentro de la arcilla. Me astillaste las manos. Cruel: tú .   Tu desfachatez estimula mi llanto. No creo en nada. Entraste con rencor, ¿para qué? Soy tuya desde que me atreví a mirarte. Algún día me arrancaran de tu dominio, desde la raíz dibujada en mis dedos deformes y gruesos. 
II
Escucho un discurso, allá a lo lejos, de la llamada civilización, de la famosa dignidad. Escucho unas voces, aquellas del orgullo y la separación. Alégrate, ya te irás.
III
Me dejas estancada en el suelo de los sauces que no existen aquí, en la tierra infértil donde los gusanos viven en armonía y se comen las florecillas, aquí estoy mientras me abofetea el viento y me escupen las ráfagas de enero, mientras me olvidas .
IV
¿Para qué esforzarme en tu estancia entre mis piernas ancladas en azufre? ¿Para qué, si el fin se dibujó con la sonrisa malévola en un principio?  Yo, siempre ridícula, construyendo la guillotina con palitos. Sin dormir. 

Brenda Ramírez

martes, 4 de septiembre de 2012

Notas de hartazgo: 2


Hoy, amante sin correa, desperté. Creí encontrarme con Li en la cama.
Fue otro sueño para ti. No hay nada.
Sólo sé afilar mis dientes, no temas, ¿cómo podría hacerte pedazos, bellísimo?
Corro constantemente como can en brama y la luz del día, ay la luz del día, me dispara.
Hoy huí, quise esconderme, tener cariño: ¡Qué pena!
Estoy descubierta, desnuda sin maneras sutiles para hacerme querer.
Desperté con voluptuosas ganas. Decayó el día y mi vileza de hembra.
Una cara enjuta y un hacha, ya no me hacen falta.
Blandiendo está mi alma...

Haces ruido al morir. Esto no es un sueño, soy yo, viéndote caer.
Te espero, mi cadena estaba en el cuello.

Brenda Ramírez


domingo, 2 de septiembre de 2012


Mi lenguaje no es eterno
Va a caer…
Por un diáfano cordel
Serpenteará tu nombre
Estará sobre mi cuello
Hoy sobre mi sexo
Tipo mío
He mascado tu sonrisa
                                             ¡Cuántas veces!

Vislumbré la fiel hilera
De pasos perdidos
Y callejones prósperos para imitar
Pero no quiero 
y acaso en esa idea
Mi pez
Mi espera
Se van contigo
                          A donde sea
Compárteme tu muerte lenta
Y tu sonrisa sincera
¿Quién eres
                          desconocido?
Tus manos me son familiares
El ardor en tu voz
Como mi oblongo grito
Bajo el suspiro de la noche

Usas tenis
Para correr sin miedo
¿Por qué no me dejas alcanzarte?

Brenda Ramírez

domingo, 26 de agosto de 2012

Me hallé tibia y sola

Me hallé tibia y sola.
Hey, grité, ¿hay alguien ahí?
Nadie, respondió mi pequeña yo encerrada
                                                                     la que me atiborra de palabras, nadie.
Descubierta entre la mediocridad que crié, abrí mis entrañas, la carne y la nada.
Me encontré vagando, insegura, con la vida sobre los labios.
Me descubrí mujer. Con una talega muy llena en las manos, con los pies anclados.
Bajo un fétido verde mar.Desgraciado.
Me encontré con el gozo en los pechos.
Con la vergüenza moribunda entre las piernas
Sola, con la embriaguez del oscuro Hado.
Me hallé. Aún no sé dónde.

Brenda Marcela

domingo, 19 de agosto de 2012

En un puente


Te amo
Y te temo tanto
Padre
Hermano mío
Amante inmisericorde

Observo
En la reverberación del día
Yaces en un puente
Con la daga en la mirada
Y la limosna en el alma
Pequeño
¿Cómo sobrevives en este sitio
Donde no nos queda humanidad
Ni en los dientes?
En quién confiaremos
Hoy que  las calles
Se mueven de llanto
Que soy olvido
Como tú
Vendiendo dulces
En el camino

Hombre deforme
Desconocido
Abuelo dime
¿Fuiste acaso como este niño?

Brenda Ramírez

miércoles, 15 de agosto de 2012

Notas de hartazgo 1

Te daré un nombre, arrancado de la luz que se esconde bajo mi cama. Escupiré tu pasado con mi cadavérica palabra sinusoidal. No te hago ni cosquillas, ¿verdad? Moleré la desesperación, me dejó con pocos dientes, debo aplastar los celos, incomprendidos asesinos que tan mala fama tienen. Ya me equivoqué contigo. Hablé a mi antigua mujer, me respondió como siempre, cien versos en una hoja dorada. Tú, me matas con la daga que te enterré, ni un verso de tu mano o de tu boca empastada. Por eso me arranco la mirada. En un poema preliminar, derroché mi corazón  al fondo de un gran peñasco… ¿quién se lo comerá?  Búscame aunque no quieras. Búscame en el funeral de la monja que conocí ayer, te invitaré un cigarro para que me mires, amor mío.  Y  si te da asco el beso de mis labios rosas, no importa, los besos pasan desapercibidos ante la locura de mis manos, ¿no ves?

Brenda Ramírez 

domingo, 29 de julio de 2012

En mi olvido

Será una simple carta
escrita desde el sueño profundo
donde nos ha arrojado este fervor
que gira con la vida entre los dientes.
En las aguas de tus pensamientos me hundiré,
no importa.
Una nota para el amor desvencijado,
cansado de tanto ser nombrado
ya no lo diré otra vez
lo arruino,
estamos arruinados
con estos años
y las horas que no cesan de gritar
a través de los relojes,
me arañan,
qué tonta.
Será mi torpe grito
que no escucharás
-sólo puedes reconocerme
cuando estoy al frente-
de otro modo
¿cómo hacerle?
Pesándolo mejor
será una caricia,
la última en el suspiro más hondo,
aquel que se escapa
de nuestros labios gimientes,
será la última.
Hasta el nuevo siglo, querido.
Donde sea yo, por fin un silbido
tú, sin dolores
mi cierzo matutino.
Será en mi olvido,
en este instante
te veo pronto, cariño. 


Brenda Ramírez




sábado, 28 de julio de 2012

Niña Muerta


Soy una niña muerta. Me despido, debí verte ayer, se hizo tarde. No soy libre ¿O sí?  En todo caso incapaz. Muero en esta ancianidad prepotente, a mis arrugas se las comen las polillas. Detesto mi paso por esta vereda asquerosa. No la soporto, no te soporto a ti, espejo infame. Ojalá fueran malvadas las palabras que escupo en tu frente. No me interesa que me maten ahora. Pero qué cobardía más grande, me da miedo pecar en la sombra de Dios y que lástima le doy. Me da miedo terminar con los dedos necrosados y la vista cansada en el ataúd.

Niña muerta. He querido tontamente regresar a mis juegos bajo el sol de otoño, con el lodo entre mis dedos y respirar el susto de antaño. No éste que sí hace daño. He querido, y recordé que yo imploré estar aquí, realizándome para no ser nada. Púdrete, así debe ser, púdrete.

Soy una niña muerta. Sigo llorando, reminiscencias aún crepitan en mi pecho, gritan y tiemblan con la fuerza más honda. Lloro como cerdo en un matadero común, y como un pajarito cojo en las fauces de los perros grises,  lloro con mi instinto animal brotando en mis venas, desposeída de dignidad. Me he callado, pero aún lloro con las vertientes en mi interior pasmado, reventaré. Por eso explotan los cadáveres, lloran y no lo saben.

Brenda Ramírez

lunes, 23 de julio de 2012

Romper mis huesos


Quise romper mis huesos
en el asfalto
que alguna vez pisaste,
donde tus lágrimas discurrieron
entre los orificios
y la basura de las calles.
Ahí dejaste tu alma
olvidada,
pegada en las alfombras
de suciedad y desolación,
calles pérfidas de un México
que agoniza y se estremece.
Ciudad con vidas pululantes
masacradas en su orgullo,
con viudas epilépticas,
enardecidas,
demolidas en su andar seguro.
Engendraste tu herida
tú, tu  honda herida
ahí te erigieron
no sé cuántas,
no sé quienes
pero derrumbaron tu cráneo,
destruyeron tu estirpe.
Recorriste los espacios
pintados de llanto
hasta que por accidente
besé las inasibles turbulencias
que se asían en tu pecho.
Quise romperme en el asfalto
y terminar ahí
donde alguna vez te acabaron,
fue insuficiente.
Te conocí.

Brenda Ramírez

miércoles, 11 de julio de 2012

muerto




Lindísimo muerto, hundí mis manos en ti. Me distraigo fácilmente, olvidé cómo  morir, lindísimo putrefacto muerto. Sé hacer pocas cosas, apenas coger un  lápiz y escribir, pero no sé cómo hacer que la noche me coja a mí. Apenas sé leer lo que enunciaron los cadáveres ilustres. Muevo la manivela de mi cabeza, rueda, rueda. Intento extraer algo ¿importante?, no sé actuar, apenas sé coger una pluma y rezar, rezar a los diablos para que  me descalabren de una vez, no llegan y sigo aquí. Pierdo ¿el tiempo?



Brenda Marcela

miércoles, 27 de junio de 2012

Hijito


Te niego hijo mío
Porque en esta tierra las luces
Son tragadas por  titanes
Pisan las casas de cristal opaco
Donde cae el sol a diario
Te escondo hijito
Porque ni yo voy a quererte
Mírame
Deshago esta cara
Con sólo pensarte
Las miradas de la urbe pesan
Cómo joden
Se esfuerzan en hacerte
Un destino aciago
¿Dónde pongo mi cara ahora?
Hijo mío
Debí ser poco inteligente
O realmente brillante
Una baratija
Un artista de las calles
Bajo un árbol de avenida
Belleza mediocre danzando
Entre las lágrimas del día
La audacia debió ser
Mi consigna creciente
Debí desarraigarme de casa
Desde la primera soga
Debí sufrir la soledad verdadera
De mi impulso genuino
Pero hijo que te niego
Serías tú el siguiente
Maniatado
En el génesis de la gente
Yo dejé que el mundo me desposeyera de mí
Pero no lo suficiente
¡Déjenme sin nada
Mas no incompleta!
Repliqué
              Silencio
                            Ansias
Me retuerzo 
Bajo el sol helado
La nube de mierda me asfixia en las sombras
Escoger un camino
Que termina en la misma zanja
Comienza a abrumarme
Hijito
Ve mi estupidez
No te dejes vencer por mí
Aléjate querido
Aléjate

Brenda Ramírez

jueves, 21 de junio de 2012

3


3 poemas

I
No soy de tu tipo
Ni de tu estilo
Ni de la misma estirpe
Que nos parió
En algo han de parecerse
Nuestros alaridos
Pero no soy de ti
Deja de empobrecerme el alma
Con zalamerías
Los caramelos ya no me saben
Sigues aquí
Te tomé de un brazo
Dolor
           Espasmo

II
Los demás no cesan
Braman y parlan
Saben tanto
Obtusos brillantes 
Berrean y ladran
Por una zanja
En la orbe escamosa
De la perdición
Van a destrozarse

III
Escupan
Al fin sólo soy
Una sanguijuela oculta
Creciendo a destajo
Y ustedes en guerra
Atisbo mi castigo
Moral y divino
Me invitan
¿O condenan?
Al sitio
Donde el demonio
Hace sus fiestas
Me voy

Brenda Ramírez

martes, 19 de junio de 2012

bichito rastrero


Soy un terrible gusanito, que sólo busca desconocerse y perder su sino fundado por los antepasados infames, (ellos qué saben).  Olvidé mi pueblo, me desinteresé  del mundo, de la tierra desahuciada. Me ocupe de ti, de  limpiarte el corazón, de bañarme en tu alma. Soy un bichito rastrero, pálido, transparente, que no ayuda, no jode ni rescata, pero busca.

Brenda Ramírez 

lunes, 11 de junio de 2012

Amor de espejos rotos


Llamé tres veces
nuestro corazón no existe.

Un raticida
en mi boca
debe ser el mejor reflejo
de mi realidad:
amor de espejos rotos.
Tengo una corazonada
ay, muerta mía
linda muerta
sólo tú
has de saber
o entenderme,
nada quiero ya
menos sangre que se coagula
en cada palabra descubierta,
menos estos versos
hijos 
de mi deformidad,
de la pasión
hecha senos de vida,
no los quiero
ni un solo verso
¡al demonio!
Déjenme vacía e infértil
así, todos se irán.

Brenda Ramírez

viernes, 8 de junio de 2012

Inquietud de alas grises


Inquietud de alas grises, estela de alfiler, me hacen cosquillas. Inquieta muevo mis dedos, aprieto mis muslos,  ay malignas manos, me estrujan los brazos, tomo mi rostro, lo araño. Desesperación, escarnio demoniaco, cierro los puños, aprieto  los párpados. Inquietud, triste estómago,  mi interior de cascada desea salir: vómito agrio. Quiero arañar la entrada a mi cuerpo oscuro  y desconocido, quiero que éstas uñas hiendan mis adentros finos y callados. Garganta, tubo deforme que carraspea, malditos dedos ¡dejen ahora su huella!  Ansiedad de tinieblas, luz de ciruela magullada. Estoy cayendo, catedral en ruinas, triste catedral gótica desmoronándose desde las entrañas, fachada vil, ansiedad desesperada.

Brenda Ramírez

miércoles, 30 de mayo de 2012

ciego


Remiendo mis ojos
no me permito llorar,
hoy no.
Ven, hazlo tú
he inventado un cauce
con mis brazos,
preparo el camino de tus lágrimas,
el reposo de tu cabeza,
¿Estás cansado de llorar?
Este remedo de pueblo
te desamparó una tarde blasfema,
fuiste  su víctima primera
tú,  huérfano de México.
¿Ya no puedes expulsar el llanto?
Ven criatura sin rostro
vomita sobre mí  las voces,
el polvo,
la brutalidad que hirió tus adentros,
¿No puedes llorar?
Cómo dejarte seco
anda, te regalo mis lágrimas
no puedo usarlas
 limpia tu rostro,
¿Qué cosí mi mirada hace un minuto?
vamos, no seré el único ciego.

Brenda Ramírez

Alba


Profeta mal encarado
Ya hice lo que decías
Destrúyeme ahora

I
Me escupió el alba
Me escupió en la cara
tatuó sus signos
en mi piel de llanta


II
Me preparo
Grotesca ante el espejo
¿Adorable?
Qué decepción

III
He anochecido tan temprano



domingo, 20 de mayo de 2012

Pan dulce


De dónde saco el valor
Para no calcinar mis días
Para no dejarlos correr
Tras las esquirlas del tiempo
Del apúrate ya es tarde
No desperdicies
De nuevo el tiempo
De dónde
Dime
Abro las ventanas
Selladas con saliva
Secuestradas por  el tedio
De cada día hacinado
Hecho pasta espesa
¿Cómo!
Para poder salir
De la gruta que me ahoga
Quiero encontrar mi velo
Y la dulce casa
De donde no debí partir
Para  coser retazos
De diversos hombres
Para reparar las piernas
De mujeres deformes
Cómo regreso
A tu simple humanidad
A mi génesis y olvido
A la indolencia voraz
¿Por qué querría
Significar algo?
No hay razón más potente
Para despertar
Que el pan dulce
Muriendo en los labios
Los tuyos quizás
¿Por qué querría significar yo algo?
En la curva de la infinidad
Que guardan las espirales
No
Ahora me basta tan sólo
Poder sobar  la calma
La idea de soñar
Y relegar la historia
Dormir
Comer el pan que matas
Morir ahí

Brenda Ramírez

martes, 15 de mayo de 2012

tarántulas


Me he cansado
de formar flores con mi lengua
el tedio me azota la cabeza
¡No hablen!
que tu propia voz me asquea,
ya vi cómo se desbaratan
las manos entrelazadas,
con que facilidad puedo
desbrozar un cuerpo
e intentar un eco de rabia,
donde duermen cerdos.
Ya sé mi bajeza,
esa costumbre de asomarme
y mirar estrellas,
mientras el desierto-cementerio
cría tarántulas crepusculares,
caníbales del alba
¡que se mueran!
mañana, tal vez no vuelva.

Brenda Ramírez

sábado, 28 de abril de 2012

Malestar



Tengo poco talento
Para ser buena amante
Poca facilidad
Para embellecerte los días
Mi práctica confusa
De lo que llamas amor
Me perturba
¿Cómo quererte
Sin mi exasperación constante?
Sin esta intensidad mortífera
Que me arrebata el sueño
Y me enjuaga el rostro

Tengo pocas ganas
De andar  triunfante
De llamarme alguien
Con tu compañía
Si esta idiotez
Tiene objeto
Si tú te largas
De mis nervios
Qué más puedo esperar

Carezco de sutilezas
De una sonrisa casta
De un andar sincero
Pero me baño en obscenidades
Y cuántas enfermedades
Padezco
Fíjate cómo es que eres
Mi malestar perpetuo

Brenda Ramírez

lunes, 23 de abril de 2012

Una mujer de adentros calientes


1
Una mujer de adentros calientes sumerge los gemidos en su propio aliento, con su cara fina  llena  de lástima, engaña a los extraños de su tierna gracia.
2
Nadie viene a su rescate, por más que infunde amabilidad. Torpe Rapunzel que tras la ventana rota espera una señal, más poderosa que la muerte, día a día al despertar. Quiere un arrastre hacia el sucio horizonte, quiere al hombre del abismo demencial.
3
Cansada, tan cansada está.
4
Vende sus senos a los mercaderes, irá a la horca, irá al mar. Subasta sus dedos, seduce con su lengua instruida. Es caritativa: regala palabras que a nadie inspiran.
5
Mujer tonta, exhausta, perdida, ansiosa de caer en los errores que le canta la vida. Nadie viene y sola se pierde, ya obsequia su cuerpo, a ver qué obtiene.

Brenda Ramírez

sábado, 14 de abril de 2012

Arder


Encendamos mi cuerpo
para ver el camino que me espera,
derrotemos mi decoro,
cómete mi ambición.
Lunas nuevas para creer,
dinero para el despilfarro,
días para bañarme de sol
y arder.

Brenda Ramírez

jueves, 12 de abril de 2012

Raíz del cielo


Viene la ola
con miles de cabezas
chasquidos y gritos,
todos al unísono
masturban el día.
Mañana va a morir cualquiera
cualquiera, será uno más.
Allá viene el antropófago
lo veo comerse al de al lado,
será uno y ya.
Flujo repentino, perturbado
por donde dios no asomó el ojo
y mi gracia se hizo ácida,
 los niños sacan el tabaco
de su bolsillo izquierdo,
las lágrimas son un vestigio
que florece en la lejanía,
en la virtual soledad .
Dejo hundir mis pies
 en la raíz del cielo,
 creo que el chasquido
es su parpadeo,
su mirar perplejo.

Brenda Ramírez

lunes, 2 de abril de 2012

Semanario


SEMANARIO
Domingo
Ni siquiera te asemejas a las bestias. Me encantaría que lo fueras para poder definirte, me di por vencida. Ahora sólo me dedico a sacar cuentas, engrapar hojas y escribir conclusiones. Rescato mi ocio en los films del sábado y en una cerveza con mis amigos los viernes. El domingo es un martirio, no me dan ganas de descansar, no tengo de qué, ¿del trabajo que me absorbe? No, en realidad quisiera que me exprimiera más el intelecto o los músculos, pero no hace sino fastidiarme los ojos y el buen humor.
Lunes
Hoy amanecí con ganas de nimiedades. Mordí mis uñas, comí pastel, maldije al anciano de la tienda, robustecí mi ego frente al espejo: me ha mentido.
Martes
Debo decir que tu pensamiento es errante, complejo, una artimaña fugaz. Leerte me precipita a un desencanto dulce, oprobio violento, se infla mi pecho, se oscurece mi mirada. Estoy un poco cansada de adivinar, no quisiera descubrirte por completo, mejor así dejémoslo. Seguiré pensando que te creo.
Miércoles
Creas un orifico aledaño a mi desesperanza, patética, pensaría yo.
Jueves
No hay nada en mí que pueda sorprenderte. Nada de lo que escribo en tu honor te conmueve. Sería mejor amar a un tonto.
Viernes
Renuncié a mis tonterías nocturnas, las mandé al sumario del anonimato. Te envolví en papel crepé, el más barato. Caí un instante en mi vicio más querido: recordé el olor de tu cuello, el sabor dulzón de tus gemidos,  la luz de tu desenfreno lascivo, ¡cierto!: no eres real.
Sábado
Resucité a los diablillos que te hicieron con plastilina. Lloré, pero nadie lo sabe. Yo soy la mente calcinada que te trae de vuelta. Si eres tan brillante, ¿por qué no me has traído a la vida?


 Brenda Ramírez











sábado, 31 de marzo de 2012


Defraudé a los hombres
profundamente
me vi entre ellos,
me vi sin verlos.
No miré sus ojos,
su alma
              se quedó en sus lechos.
No toqué sus pasos
ni su fiel lujuria
acepté mi andar,
espasmo puro.
Defraudé a los hombres,
las cobardes ganas
están conmigo.
Un siniestro sacó  mi veneno,
me di cuenta:
a los otros
quise quererlos,
que saboreen mi savia
¡Dulce nostalgia!
Defraudé a los hombres,
pobres hombres
el fantasma de su niñez
se extravía
                    los engulle,
envejece su ternura,
envejezco con ellos.
Felicidad precaria,
desesperación vacua
sin él
               sin ellos.


Brenda Ramírez

viernes, 23 de marzo de 2012

Desearía

Estratega de porquería.
Desearía no insultarte
cuando caen los niños allá afuera
y los cometas se comen
los jardines de a lado.
Pero me haces enfurecer,
más que el extranjero
que vomita en mi tierra,
más que yo misma
cuando ultrajo la paz.
Me haces reventar
más que los circos
y los dueños del mundo,
más que yo misma
cuando te devoro tanto.
Te detesto en la agonía
de mi cuento perpetuo,
espasmo de tu clamor,
de tu lengua y silencio
¡maldita sea!

Brenda Ramírez
Mujer cristalizada
tu ojo hiere el rostro,
se perdió tu mirada
en el punto
donde la ausencia raspa,
donde buscas y no hay nada. 
Tu ojo tiembla
¿A quién has perdido?

Brenda Ramírez

domingo, 26 de febrero de 2012

¡Vamos!


Vamos, hay que caer como la lluvia
patearé la nieve,
recorreré la vida.
Sí, vamos a evaporarnos
en el jardín de las risas,
a vivir entre los árboles
y los charcos
donde tu pie dejó su alma.
Y si los viejos sabios
o los malditos elevados
quieren distraerme
para eso estás,
para arrancarme sus palabrerías
y dejar mi  frente desnuda.
Hoy recorreré la vida,
dormiré como las flores,
escucharé su canción
bajo el árbol marginado.
Vamos, hay que caer como la brisa
para acariciar los labios,
seamos luego como el granizo,
golpeemos cabezas duras,
horademos su inercia.
Recorreré la vida,
beberé el agua helada
que salpicó tus rodillas.
Los arbustos
escupirán su humedad sobre la tierra
me bañaré en ella
después, si tú quieres,
nos olvidaremos.

Brenda Ramírez

viernes, 24 de febrero de 2012

Palabras


Tus palabras
Se contorsionan en mis sueños
Tierno hombre
Niño enorme
Tu presencia
La ficción más asequible
Cuerpo de poeta
Metáfora completa
¿Qué más puedo leer?
Si la historia que pensaste
Se plasmó en tus huesos
Si los versos que guardabas
Los leí enteros

Brenda Ramírez

jueves, 23 de febrero de 2012

ardor


No llegues tan pronto,
no cuando el sol se ponga
y cosa con sus hilos
de color áureo
y de ardor magro,
la estela de tu nostalgia.
No llegues a quererme
en el punto
donde las ansias
son recuerdos
que fallecen cual mosco
del frutero más común,
donde caes en la puerta
de mis designios anónimos.

 Brenda Ramírez

domingo, 12 de febrero de 2012

Insectos


Acordé hace años —no contigo—
abrazar el desdén de la vida
todo lo que ella arrojó e hizo trizas:
la neblina cegadora,
la soledad indeseable,
los insectos aplastados, moribundos,
¡Los abracé!
Y me he quedado
en la cumbre de las soledades,
entre la tupida neblina,
junto a los insectos sin alma.
Desaparecí junto con ellos
en el rincón de lo indeseable,
en aquel ínfimo detalle
que se mira por distracción.

 Brenda Ramírez


Dieron las doce


Dieron las doce
                       no entrabas aún.
Y mientras el tiempo se resbalaba en el reloj,
mientras los gestos se pegaban en el tiempo,
                                                               no llegabas aún.
Fui sólo una desaparición
                                   mordaz
                                               endeble
                                                            cautiva,
una pequeña mano imperceptible
descansando en el regazo de la desesperación.
Desde entonces,
                        un mudo fracaso
                                               un mudo ardor.
Cuando el tiempo hizo vibrar al reloj
y los cuerpos inquietos
bailotearon en el tiempo,
me quedé en la esquina
donde las telarañas carcomen las paredes
                                                          ¡las pobres paredes!
Fui sólo una una pequeña desaparición,
fracaso pasional
                             no llegaste ya. 

                                                    
Brenda Ramírez                                                                                                                              

Reliquia


Mi amor se construyó con las grietas del templo,
se infectó con el cieno de las calles
donde nacieron los niños miserables.
Mi amor es una reliquia poderosa,
si se descubre
                        llorarás de nuevo,
corre lejos donde nada nace.

Brenda Ramírez

monarca


Recoge los cachitos
trozos de mí,
el ojo cayó triste y ensangrentado
en tu regazo,
en tu imaginación.
La pleitesía de tus aliados vientos
me ahorca,
y si el monarca de los años
tomó su espada y te llevo lejos
es suficiente para terminar este cuento.

Brenda Ramírez

viernes, 3 de febrero de 2012

Óleo


Necesito el óleo brillante
para crear otra especie
en las columnas fúnebres de mi perdición.
Los mugrosos espejos
distorsionan todo, mienten,
crezco de mal en peor.
Me consumo
buscando, buscándote,
¡Paz inasequible!
hecha de tantos cuerpos
y caras queridas en el fulgor de la guerra,
de los montes que digieren en sus entrañas
cadáveres, calaveras.
Hoy persigo un par de pies
para que me lleven al carajo.

 Brenda Ramírez