domingo, 26 de agosto de 2012

Me hallé tibia y sola

Me hallé tibia y sola.
Hey, grité, ¿hay alguien ahí?
Nadie, respondió mi pequeña yo encerrada
                                                                     la que me atiborra de palabras, nadie.
Descubierta entre la mediocridad que crié, abrí mis entrañas, la carne y la nada.
Me encontré vagando, insegura, con la vida sobre los labios.
Me descubrí mujer. Con una talega muy llena en las manos, con los pies anclados.
Bajo un fétido verde mar.Desgraciado.
Me encontré con el gozo en los pechos.
Con la vergüenza moribunda entre las piernas
Sola, con la embriaguez del oscuro Hado.
Me hallé. Aún no sé dónde.

Brenda Marcela

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