Necesito el óleo brillante
para crear otra especie
en las columnas fúnebres de
mi perdición.
Los mugrosos espejos
distorsionan todo, mienten,
crezco de mal en peor.
Me consumo
buscando, buscándote,
¡Paz inasequible!
hecha de tantos cuerpos
y caras queridas en el
fulgor de la guerra,
de los montes que digieren en
sus entrañas
cadáveres, calaveras.
Hoy persigo un par de pies
para que me lleven al carajo.
Brenda Ramírez
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