miércoles, 5 de octubre de 2016

Araña que amó

Soy una arañita en la esquina de tu cuarto, vigilo tus movimientos. Ladeas los ojos, tus manos sujetan la luz del medio día. Exhalas nubes, huelen primero a ti y después a la muerte precoz. De bajo de la repisa la paso tejiendo fantasías para mi consuelo. En silencio resbalo hacia tu boca ¿no quieres torturarme bajo tu lengua?
Puedo meterme entre tus dedos mientras duermes. Soy capaz de oler tu gorro gris con resquicios de jabón y sudor, cada mañana. Todo lo hago con tal discreción que no me has aplastado. Pero qué lejos teje la araña, qué repugnante debe ser comer moscas y después besarte. Qué ganas de querer insectos grises cuando hay alas de seductores tintes. Cuando en tus días más prósperos las exóticas damas y amapolas te sedujeron.
Recolecto tus cabellos, muchos de ayer, los recuento, algunos huelen a hembras de otoño y otros a las desconocidas por la tierra. Te gustan mucho las voladoras. Con tu pelo construyo una red. Me acurruco bien en medio de ella. Machuco ese espacio que conforma mi amor propio y en mi imaginación mapeo tu cuello, tus cejas, ¡qué desesperación!
Me levanto y pregunto, ¿por qué eres tú tan especial?, ¡aún con ese cuerpo deshecho y sus modos desinteresados! Sólo porque sabes hablar maravillas y entretener a los frutos que caen del cerezo, del manzano, del peral; porque acaricias a las bestias y éstas te veneran, posees gracia en tu boca al grado de hacer reír a los mayores sapos. Porque te admiran los renacuajos mientras les das una palestra sobre la amistad; porque te son leales hasta los pastos que has pisado. Como buen amante de los vuelos no tienes tapujos para intentar viajes al infierno y tus labios son el dibujo de dos montañas. Porque eres calor en cualquier terrible enero, será que sabes encajarte en las maniobras de mis deseos.
¿Cuál es tu razón para caminar de esa manera, pisando con más fuerza con el pie izquierdo? ¿Por qué frunces las cejas y tus ojos parecen no mirar a nadie cuando los posas fijamente en algo? ¿Por qué siendo menos que ideal, eres el mejor espécimen que mis ocho ojos han podido mirar?

Bren Mar