lunes, 19 de noviembre de 2012

Hierven


Era sólo una mujercilla
Zapatos planos y ruidos en la cama
Palabras
Desquicios y al final nada
No sabía cómo tomar de las manos
A los hombres
Ni a las mujeres
Sólo podía hablar de esta manera
Olvidada
Tan lejana
Los ecos trastocados llegaron
A los niños que morían
Bajo la luz de sus dioses
Me reprocharon la lejanía
Me di cuenta:
Los cuentos  hierven
En  soledad
Hierven  los poemas y los niños
Bajo las botas del olvido
Importan los suelos
Donde a veces lloran
No si hierven y se consumen
Vapor inasible
Incómodo
Que se va

Brenda Ramírez

sábado, 17 de noviembre de 2012

Muéganos


Trabajo con residuos, sobras, desperdicios, ¿por qué los olvidan? Las notas sangrientas de los diarios ocultos en el baúl, me piden auxilio: los rescato, les doy color. Estoy atando brazos desprendidos, cabezas perdidas,  deshago heridas.  La imaginación violada, los sueños en el caño de Dios, gritan, ¡hey, no me olvides!
Me distraigo, te busco en la neblina, tal vez tú— con tu espíritu embustero—, construirías mejores cosas, ¿llegarás? Seguramente haces música en los barrios demacrados, amaestras hormigas y sonríes a las chicas que lloran frente al vagón. (La tristeza huele a ti, a los libros que jamás leeré).
Vuelvo a mi labor. Con pedazos de entusiasmo, con olores vagabundos, trato de hacer muéganos con mil hombres, para aventárselos en la cara a cualquier matón. Todo se ha vuelto un desperdicio, mi tiempo perdió sabor, te espero y pienso… le haré un collar a mi hermana, con las lágrimas de la imaginación.

Brenda Ramírez

domingo, 4 de noviembre de 2012

Mañana


Mañana, comenzará con una sonrisa, con el calor de lo matinal. Con mi poesía estancada pidiendo muerte, y las ubres del cielo sobre mi cara. El colguije frugal en el cuello, y la calma por dentro. Comenzaré yo, con mi adorno dulce en los labios, esa mentira que tan bien me va.  Besaré el rencor de nuevo, intentaré ser coherente, quizá termine algo, tal vez sólo versos. Mañana… espectro de cada noche, mañana, seré otra, de nuevo andaré en dos patas, civilizada, usaré zapatos y sonreiré, volveré a usar esa talega y dejaré de ser esta bestia.

Brenda Ramírez