martes, 29 de noviembre de 2016

Me deslizo hacia la noche

Me deslizo hacia la noche
Donde la oscuridad es violeta
En el fondo llora mi hijo
Por su papalote perdido
¿Cómo arrancarnos de esa oscuridad?
Cómo arrebato las lágrimas de sus mejillas
Hacia dónde correremos
Me pregunto
Sin tantos nudos en los pies
Tomaré su mano
Para posarla en la nube rosa
La que se forma muy temprano
Al comenzar el alba

sábado, 26 de noviembre de 2016

Marea

Asaltan en cualquier momento
Redes pescando trozos de mi corazón
Lo que resta despues de la catástrofe
La marea se agita
Revuelve mi estómago
Cansada del movimiento
Quiero abrazar la piedra firme
Que descansa en el mar

Rapiña

Miedo de que vengan por la noche
Con sus grandes alas cegadoras
Con su vaho de podridas maderas
Que dejen sus huevos en mi alcoba
Y estos nazcan de inmediato
Para abrumarme en las madrugadas
Entes deformes
Voladores y escurridizos
Quieren vaciarme los sesos
Yo me aferro al día
Pero son perseverantes
Dejan su marca siniestra
Me hacen pensar
Que jamás escaparé
Siempre les tendré miedo
Que soy caso perdido
Un muerto que les sirve de alimento

viernes, 18 de noviembre de 2016

Jornada

Una bruma densa con quejidos de aves viejas. Una niebla se filtra por los rescoldos de mi mente. La parte rota de mi cabeza cual ventana, deja pasar también a las aves. Invaden las habitaciones, incluso a las que cubría con un velo por considerarlas puras. Invaden mis recuerdos, esos animales hambrientos rasgan las paredes, deshollan los muebles, vomitan los pisos. La niebla se extiende en mi habitación, la más reconfortante se ve disminuida a un chiquero, un desastre. Aves de largas uñas, patas flacas, de ojos verdes, de picos torcidos y podridos, esas aves pican mis sienes. Destruyen mi casa. Un hueco se abre en mi garganta. Se oprimen mis ganas de seguir. Hay días que no sé gritar. Hoy las aves posan sus patas en mi cabello y ríen, despedazan mi carne, no paran de graznar. No sé gritar, ni pedir ayuda. Soy la ruina de una hermosa pero débil casa.  Inmóvil, el día se termina, suplico la niebla cese y surjan nubes rosadas.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Enredo

Un ojo al hospicios donde guardo los recuerdos
Los más fétidos y mentirosos
Los que me dicen que decir o hacer sin conocerme
¿cómo entro en mí del todo?
Para desenmarañar los lazos
Que atan mi mente

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La oscuridad no termina
Aún cuando las hojas doradas
Visten los días
Ser madre y ser sol
Incendiar las mañanas
Hacer trizas la noche
Con la fuerza de las flamas
Quemar el sueño la calma
Despierta
Con un pie en cansancio

martes, 8 de noviembre de 2016

Rocío y nieve

Para Euri
¿En tus sueños las avestruces son rosadas?
¿Para dónde miran los peces?
Estás libre de fauces y desequilibrados
En tu capullo de rocío y nieve
Duermes y sueñas que duermes
Mientras los alcatraces te alimentan
Con su leche dulce
Es invierno y creces
Lejos de los despistes mundanos
Duerme y sueña que duermes
Abrazado a tu flor favorita
En tu cuna azul
Donde estás a salvo
Alejado de las garras sucias de la tierra
La bruma besa tus mejillas
El aire peina tus cabellos
En tanto duermes y sueñas el eco de mi canto

sábado, 5 de noviembre de 2016

Ni sueñes que algún día cambiarás. La falda celeste y la araña en el cuello prevalecerán para molestar tu camino. Es un arácnido tenaz, nunca se da por vencido. Entra por las orejas hace nidos en el pabellón. Se queda quieta esa araña y espera enterrar sus colmillos en la cabeza. Hace daño causa mucho dolor. Me hace pensar como un bombardeo.