Fue una reconciliación, una sonrisa
triste. Acepté que debía ser así: transcurrir. No pelearé más
contigo, Tiempo, me heriste con la
saeta más sutil y llena de furia. Cada palabra será un resabio de
lo que no te he dicho, ojalá te incomode un poco, -dije con el corazón dolorido-. Oculta en mis
turbulencias, pienso en ti y ya se hace lejana la reconciliación.
Brenda Marcela R.M.
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