No te burles
de la funda de mi rostro,
jamás he buscado ser
alguien encantador.
Las esquinas de mi boca
han terminado en vituperios,
todos se dirigen a mí.
Haré la noche eterna,
cobijaré mi delirio de inteligencia.
¡Otra vez anochece
en mi turbia cabeza!
reduciéndome a hormiga,
lanzándome a las sombras
bajo el comedor.
La tua poesia è bella e stimolante, spero di leggere presto nei libri
ResponderEliminarGracias Luis, espero leas más de estos versos,saludos
Eliminar