Caminarás sobre las piedras
que fueron mi hogar,
olerás la suerte que deja la
lluvia sobre las flores
(esas flores que
mi papá plantó años atrás).
El nido en tu corazón querrá
besar el lodo
que pisé para besarte la mejilla,
vas a empapar tu pecho de
palabras salobres,
un ruido crepitante saldrá de ti
y acabará con el silencio,
rey de mi casa
donde nació nuestro
encuentro.
Las ruinas evocarán mi voz
desde los agujeros donde aguardan
las musarañas,
pero las flores,
¡esas que mi padre amó!
Van a tocarte otra vez el
pecho.
Brenda Ramírez
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