Miedo de que vengan por la noche
Con sus grandes alas cegadoras
Con su vaho de podridas maderas
Que dejen sus huevos en mi alcoba
Y estos nazcan de inmediato
Para abrumarme en las madrugadas
Entes deformes
Voladores y escurridizos
Quieren vaciarme los sesos
Yo me aferro al día
Pero son perseverantes
Dejan su marca siniestra
Me hacen pensar
Que jamás escaparé
Siempre les tendré miedo
Que soy caso perdido
Un muerto que les sirve de alimento
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