domingo, 17 de julio de 2016

Ruido y caracol

Tanto mundo es abrumador. Me es imprescindible. Estoy con un pie en su corva, con las manos en su ombligo, escalo cordilleras que son su espina principal. Sobre el mundo, en medio de él. Bocas por doquier, no las entiendo y aquí estoy, queriendo decirme algo.  Nadie dijo 'yo quiero nacer', y al final, los vivos hacen demasiado ruido. Oigo súplicas y hasta las imágenes, las fotografías quieren hablar. Sus opiniones se reproducen y provocan estertores. Los vivos hacen ruido y piden permanecer, entonces, arrojan a sus hijos a la tierra con verdadero deseo. Ahí donde sonríe la vida un poco, de los labios escondidos, salen bebés. Es demasiado. Me refugio en el silencio. Silba a veces el caracol en mi oído. Silbo a veces yo. Mucho ruido. Mejor río. Las voces son estúpidas cuando salen en tropel.

Bren Mar

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